
Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma quedará dormida.
Anatole France
Por Gabriela Orihuela
¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase «Cuba tiene muchas cosas por cambiar»? Y es cierto e iremos de a poco, pero iremos. Una de las situaciones más preocupantes y que necesitaba, desde hace muchos años, una revisión urgente y certera es lo que sucede con nuestros animales.
Maltrato, abandono, crueldad, bestialismo, sadismo, sacrificios, asesinatos por mera diversión y explotación son pinceladas de lo que verdaderamente sucede con los que carecen de voz propia. Ante estos hechos, resultó imperante la unión de fuerzas y la creación de una comunidad animalista que respaldara sus intereses.
No podemos negar que siempre han existido los amantes de los animales, rescatistas, protectores; esto no constituye una novedad. Sin embargo, con la llegada de la red de redes a Cuba -Internet- hubo un ascenso del número de personas que se sumaban a la causa. Un factor determinante fue que los atropellos contra los animales dejaron de ser secretos o conocidos por unos pocos y comenzaron, rápidamente, a visibilizarse.
La posibilidad de una mejor comunicación permitió que desde cualquier punto de Cuba se escucharan los ecos de la lucha por los derechos de los animales. Así, nacieron varios grupos animalistas, se articularon objetivos e ideas y se gestaron acciones de suma importancia para el cambio social y, próximamente, jurídico que el país precisaba.
Génesis de una labor encomiable

«Hago una convocatoria a toda Cuba, a todas las personas que quieran ayudarme a hacer realidad una iniciativa que tengo en mente por el bienestar animal en Cuba. A todos los que deseen ser colaboradores y unirse a nosotros. Cada día se hace más difícil el trabajo de muchos protectores de animales en Cuba y mantener refugios de animales (mis respetos para quienes han podido y mantienen un refugio), así como llegar a tantos animales desprotegidos y abandonados en las calles; por eso he decidido crear Bienestar Animal en Cuba (BAC)», este fue la invitación lanzada, el 8 de enero del año pandémico en Facebook, por Javier Larrea, estudiante de Derecho, fundador y presidente de la organización.
BAC representa a cabalidad la frase «Juntos por el bienestar animal» que resultó herencia del proyecto sociocomunitario Bienac. El mismo estuvo coordinado, igualmente, por Javier Larrea, en aquel entonces estudiante de tercer año de Derecho. Al grupo lo integraron profesores de la Facultad, así como otros alumnos.

«El proyecto siguió abriendo mucho más, personas de otras provincias querían sumarse y es ahí cuando surge lo que constituye hoy BAC», comentó el joven villaclareño. Desde diciembre del 2019 existían algunos grupos en What´sApp y Telegram, compuesto por voluntarios y colaboradores de todas las provincias. Había que extenderse y oficializarse.
Exactamente once días después del anuncio, varios interesados se reúnen, por vez primera, en la capital cubana. Allí firmaron el acta fundacional de la organización, trazaron los objetivos y metas y conformaron el equipo de trabajo.

ARTÍCULO 1: Con la denominación de Bienestar Animal Cuba, en lo adelante y bajo todos los efectos legales, reconocida por sus siglas BAC, se constituye el día 19 del mes de enero del año 2020, una asociación civil de alcance nacional y sin fines de lucro, con sede en la provincia La Habana, la cual se regirá por el presente estatuto, el Código Civil de la República de Cuba y demás normativas de aplicación.
Le pregunté a Javier Larrea el por qué se decidió tener a la capital como sede siendo él de Villa Clara. La respuesta fue simple y contundente: «porque como país subdesarrollado, el desarrollo se centra, fundamentalmente, en La Habana; progresos que abarcan todas las esferas, incluida la protección animal. Hay más avance, aunque no lo parezca; más posibilidades de que las cosas se coordinen con los esfuerzos requeridos para mantener una red tan grande. Entonces tomamos La Habana como sede principal, pero es una cuestión simbólica porque la Junta Nacional está conformada por personas de varias provincias».
«BAC-Habana es, además, el grupo más grande y el que mayor esfuerzo lleva», puntualizó Larrea. De acuerdo con sus estatutos BAC cuenta con filiales en las provincias de Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín, Las Tunas, Granma y Guantánamo.
«Los estatutos son las normas de la organización, su reglamento interno u orgánico de la organización, por ella se rige todo el funcionamiento, los deberes de sus miembros; habla también de su estructura, la disciplina que debe tener. Garantiza el buen funcionamiento de la organización», expuso el Lic. Sergio Fernández. «El estatuto es el cuerpo normativo que le va a dar las pautas para todo lo que tiene esa asociación dentro de objeto social o los fines que tenga», agregó la jurista y profesora instructora Adjunta de Derecho Penal y Criminología en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, Nathalie Miret.
Manuel Torres, miembro de BAC-Matanzas, puntualizó que el grupo está formado «por una red de voluntarios y colaboradores a lo largo de todo el país. Tenemos coordinadores y activistas que de una manera u otra guían el quehacer de sus miembros, pero cada uno de nosotros desempeña un papel importante dentro. La Junta Nacional posibilita el intercambio y el apoyo, garantizando perfeccionar los modos de actuar y alcanzar mejores resultados».

El abogado Sergio Fernández ilustró que Bienestar Animal Cuba es una ONG y sus estatutos están pensados para una asociación.
A pesar de la amplia y reconocida labor que BAC, así como otros grupos animalistas, realizan no es considerada una asociación legal porque la ancestral Ley de Asociaciones de Cuba -que data de 1985- solo registra a ANIPLANT como única organización protectora de animales y plantas.
Sobre ello la profesora de derecho Miret explicó que «la Ley de Asociaciones nuestra es bastante antigua y regula que, únicamente pueda existir una organización no gubernamental reconocida con un mismo nombre y objeto social, es -vamos a decir- la ley del primero que llega».
En cuanto las condiciones sean dadas BAC podrá permitirse ser más que un grupo aislado de alcance nacional que trabaja por el bienestar animal. Nathalie Miret resaltó un tema esencial: «sin los estatutos, BAC no podría llegar a considerarse legal. Sin él sería muy difícil que se llegase a aprobar su legalización. Todo lo que hoy BAC hace responde al concepto de una asociación, lo que sucede es que no tenemos ese reconocimiento legal y no tenemos ese registro se dificulta hacer determinadas tareas, como por ejemplo las que no permiten recaudar dinero para medicamentos y comida».
La meta que los une

ARTÍCULO 3: La asociación tendrá por objeto la protección y defensa del bienestar animal en todas sus aristas, abogando por el respeto a las libertades de todas las especies.
BAC rescata animales de las calles o de sitios donde su vida corra peligro, los cuida, protege y les busca familia. BAC denuncia públicamente, a través de las redes sociales, los horrores que los seres humanos somos capaces de llegar a cometer contra los más indefensos.
BAC no defiende únicamente a los animales comunitarios o de compañía, sino que tiene en su mira a toda la fauna cubana. En otras palabras, velar por el medio ambiente de una manera diferente y atinada.
El grupo animalista realiza ferias de adopciones cada vez que puede, en estas se buscan hogares definitivos y responsables para los muchos gatos y perros que reciben en las casas de tránsito o refugios que posee la organización.

Una de las prioridades del grupo animalista, como se plantea en el artículo cuatro de sus estatutos, es concientizar a la población cubana.
_ ¿Cómo lo hacen? -inquirí a su presidente.
_ Se ha hecho desde múltiples plataformas, como son: las redes sociales -que yo diría que ha sido la fundamental- y desde algunos medios de prensa oficial y la televisión, ambos nos han dado espacios en ocasiones, pero muy insuficientes. Estos han sido pequeños pasos que cuentan y que sirven para dar a conocer el trabajo de BAC y, a su vez, para concientizar en las propias actividades que hacemos como las ferias de adopciones, actividades culturales, en donde siempre hacemos un huequito para concientizar, repartimos folletos sobre diversos temas, manuales de cuidados hacia los animales, consejos, impartimos mini talleres a niños y adultos, hacemos mucha insistencia en educar a las personas en lo importante que es la esterilización y así muchas cosas más, que complementan el trabajo de ir formando e inculcando en la sociedad valores que parten del respeto a todo ser vivo.

Efectivamente, BAC es reconocida por medios de prensa cubanos y, en varias ocasiones, ha sido citada o entrevistada para hablar de cuidado y protección a los animales en el territorio nacional. Tal es el caso de la mención a BAC-Guantánamo en el reportaje “Pequeñas acciones pueden cambiar el mundo”, publicado por la Revista Alma Mater, el 12 de octubre del 2020 y la entrevista radial, por parte del equipo de Radio 26, a los miembros de BAC-Matanzas en el pasado mes de diciembre. Otras provincias que han tenido espacio son Pinar del Río y Holguín.
«Las invitaciones son aisladas, hay provincias más conservadoras respecto a eso. Los medios de prensa que tienen alcance nacional no se han manifestado para hablar de nosotros», explicó Larrea.
Los colores de un sueño
El rojo, el blanco y el azul se entretejen en tres grandes letras con una tipografía sencilla para formar el logotipo de BAC. Esos mismos colores son representativos de la Isla Caribeña, de la bandera cubana, del escudo nacional.
A Cuba también la representan nuestros animales y, por ello, son reflejados en esta imagen que responde a un proyecto tan humano como hermoso.

«Mi idea inicial era transmitir a las personas que lo vieran, de forma clara y rápida, la misión del grupo. Cada elemento está bien intencionado. Ajustándome al nombre compuesto por las siglas decidí que lo más adecuado sería establecer una simbiosis de las letras y los animales a representar para que fuese fácil de identificar», aseveró José Carlos Rodríguez, diseñador del logo.
Asimismo, explicó que las letras se encuentran en mayúscula y entrelazadas como símbolo de la interrelación entre los tres elementos que conforman el nombre del grupo».
Evelin, que participó en la restauración del logo, explicó: «el logotipo de BAC cuenta una historia, es coherente y conecta con los valores centrales de la empresa que son su proyección acerca de la protección animal, específicamente en Cuba, por eso sus colores representan el símbolo patrio».
Concuerdo con cuando expresó que es un logo duradero porque «perdura en el tiempo, sobre todo en una sociedad tan cambiante, sin perder la esencia. Aunque se actualice, sigue manteniendo su origen, representando y proyectando la misma razón que siempre ha tenido».
¿Cuál razón? Velar por los ignorados.
De victorias y asuntos pendientes

Diseño: José Carlos Rodríguez
El 2020 fue un año atípico, siniestro, difícil, un año de reflexión y responsabilidad, un año único. Pese a todo esto, BAC tuvo logros indiscutibles: 1779 adopciones responsables, 1487 rescates, 219 actividades entre ferias de adopciones, exposiciones, talleres, campañas de desparasitación y eventos culturales.
A nivel nacional, además, se llevaron a cabo 438 esterilizaciones y cirugías de otras índoles. Presentó 792 artículos educativos y de concientización, a su vez, entre radio, televisión y prensa escrita, BAC tuvo un total de 20 invitaciones para hablar del proyecto.
En las redes sociales se mantuvieron activo constantemente, sumando 30 mil 370 seguidores en Facebook; mil en Instagram y 977 en Telegram. La web www.bacuba.org resultó ser la plataforma encargada de mostrar el día a día de esta organización.
La pandemia no cortó la voluntad de los animalistas, ni tronchó sus sueños; significó solo un obstáculo que puso a prueba la entrega y la dedicación de estas personas.
Según Javier Larrea, BAC presenta dos debilidades visibles: «todavía BAC no difunde, a través de sus redes sociales, todo el trabajo que se realiza, hay cosas que no se le da la difusión que necesita. El tema esterilizaciones está fallando en algunas provincias porque no hay veterinarios que apoyen estas operaciones; algunos, como en Santa Clara, lo hacen gratis, a otros hay que pagarles y el presupuesto no alcanza porque somos una red autofinanciada».

Respecto a las esterilizaciones -prácticamente la única solución para erradicar la reproducción masiva de animales- BAC está estrechando nexos con ANIPLANT para buscar su colaboración. Una vez más, la unión nos demuestra que es ahí donde radica la verdadera fuerza.
El 2021 será el año para subsanar estos puntos.
… Se hace camino al andar…
Sultán era un callejero de Holguín o, mejor aún, uno más de toda Cuba. Se puede decir que era genioso, gruñón, bravo, molesto como quieran llamarle. Sultán había sido atropellado y una de sus patas se gangrenó. Hubo que proceder a la amputación.

Durante su rehabilitación, Sultán cambió … se mostraba diferente, más alegre, con un carácter menos difícil.
Actualmente, Sultán vive con su familia adoptiva, a la que llena de amor y le agradece el mero hecho de haberlo elegido.
Una perrita cualquiera, de las tantas que transitan las calles, dio a luz en un taller de Matanzas. Varios de sus cachorros fallecieron. Ella, la madre ignorada, se aferraba a sus cuerpos sin vida; los sobrevivientes habían quedado atrapados dentro de un charco de grasa.
La historia fue a parar a las Facebook, no pasó mucho tiempo cuando la ayuda apareció. Tanto la madre como sus cachorros gozan, hoy, de salud y de los cuidados de diferentes familias.
Nada de esto hubiese sido posible sin Bienestar Animal Cuba.
Macbeth Acosta se unió a BAC cuando conoció la convocatoria de Javier; Iván llegó al grupo por convicción, para compensar la alegría brindada por Tommy, su perro; Lizandra Sosa se enamoró del proyecto cuando Larrea, mediante las redes sociales, le explicó de qué iba; Manuel Torres se incorporó con el objetivo de ayudar a los animales de su provincia; los juristas Sergio Fernández y Nathalie Miret supieron de BAC a través de amistades, ambos quedaron maravillados con su accionar.
Para Macbeth Acosta «BAC es el proyecto soñado por todo amante de los animales. Su creación marca un antes y un después en el bienestar animal. Ha logrado unir a personas de diferentes edades, creencias y status social en varias provincias del país y todos por un mismo objetivo: darle voz y una segunda oportunidad a los animalitos abandonados y maltratados». Con respecto al tema, Sosa comentó que BAC hizo desaparecer el regionalismo e incentivó a que las personas se unieran en pos de un bien mayor.
Al igual que otras varias agrupaciones animalistas BAC es «un gran bálsamo e intenta cambiarle la cara al mundo», como dijese Iván; ha aliviado la enorme población de animales sin hogar y, mejor aún, va creando conciencia, con el objetivo de que cada día sean menos los que se deban rescatar.

«Hacemos que las personas vean, a través de nuestros ojos, el amor y el respeto que se le debe tener profesar a los animales y, la verdad, es que se contagia», Lizandra Sosa.
«Desde el momento que entras a BAC cambia tu vida totalmente, tiene un nuevo sentido», refirió la guantanamera Dalia Iribar.
Si pudieras definir a BAC en una única palabra, ¿cuál sería? Las respuestas, lejos de ser diferentes, mantuvieron la postura de igualdad profesada por la organización: amor, esperanza, luz, entrega. Porque BAC no representa solamente a personas que trabajan juntas con objetivos similares, ni siquiera puede definirse, únicamente, como los centenares de “callejeros” que custodian nuestras calles; BAC es más que eso, no es un sueño porque es ya realidad; no es meta porque la están cumpliendo poco a poco; BAC es más, es nuestro escenario y es hija de la sociedad que queremos ver; BAC es, definitivamente, la Cuba soñada.
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