Esperanza

Esperanza (Javier Larrea)

Era de madrugada. Caminaba sola en lo oscuro. Nadie la escuchó gritar… Ya sin voz, sin fuerzas sangraba, sangraba mucho. Su cuerpo menudo, con temblores… apenas podía sostenerse. La mirada se le iba apagando como un atardecer. Él se subió la portañuela de su pantalón y se fue. Quizás la conocía del barrio, quizás la había adoptado; quizás no lo hacía por primera vez.

por Beatriz Batista

A nivel mundial, no solo aumentan los casos de feminicidios, sino también los de zoofilia; no solo se violan y asesinan a las mujeres, sino a los de cualquier especie, en especial a las perras y los perros. Según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la zoofilia está catalogada como un tipo de parafilia. 

La zoofilia puede causar lesiones con diversos grados de gravedad e incluso la muerte del animal. Por otra parte, un estudio realizado en Brasil y publicado en 2012 en The Journal of Sexual Medicine sostiene que los hombres que mantienen relaciones zoofílicas tienen un riesgo más elevado de contraer cáncer de pene, brucelosis, leptospirosis, fiebre Q y otras enfermedades más. Además, entre las investigaciones de corte psicológicos se concluye que las personas que llevan a cabo actos de zoofilia son propensas a agredir sexualmente a un humano, incluyendo a los niños. 

En el artículo 337 del Código Penal en España, la zoofilia es considerada un delito, haya dañado o no al animal. Tal práctica sexual es considerada depravada y está prohibida en otros países como Chile, Reino Unido y Alemania, sin embargo, en otros países es tolerada, como en Cuba. 

Violación 

El 2 de marzo a las 3 am Daidy Carreras publicaba en su perfil: “¡Ley de protección animal ya! ¡Cualquier ayuda de veterinario o tránsito! Acabo de presenciar el escape de un protagonista de un acto tan depravado de violación animal […]!” Unas tres horas antes, Daidy había pasado por un lugar sombrío y se percató del fin de tal aberración; no pudo ser testigo del rostro del delincuente, pero sí del proceso de escabullirse y del sufrimiento que había dejado atrás. Con el deseo de ayudarla, Daidy la llevó a un sitio más seguro que ese pedazo de calle. Desgraciadamente, aunque adolorida, ella no se quedó mucho tiempo en el lugar donde le habían acomodado hasta que se le pudiera llevar a un veterinario. Ella se fue con los pasos que pudo, se fue quizás buscando su hogar…

Rescate

En menos de 12 horas ya retumbaba en las redes sociales el caso de la perrita violada en Alamar, y en menos de 24 horas se movilizó todo un equipo de protectores para su búsqueda y rescate. En esos momentos se actuó como cual cadena con eslabones fuertes: Daydi avisó a Verónica Vega, Verónica siguió proclamando lo sucedido y le informó a Ibis Alfaro, que también pidió ayuda. Tania Alonso ofreció apoyo y le aconsejó a Ibis contactar con BAC (Bienestar Animal en Cuba), Ibis logró localizar a Javier Larrea, representante de la red nacional BAC, quien, a su vez, continuó buscando ayuda con los colaboradores que conocía. 

Los protectores de Alamar y otras personas sensibles con lo sucedido, como Aleksandr Palmero y Eduardo Mora, estaban alertas para encontrar a la víctima. El 3 de marzo de 2020, en la noche, fueron a buscarla. En el lugar donde la vieron por última vez no estaba, pero fue rescatada cerca de allí, gracias a Eduardo y Aleksandr que avisaron veloces a Ibis y a Verónica. 

Ella se encontraba con toda la parte trasera de su cuerpecito adolorido y prácticamente inmóvil. Le trajeron un plato de comida y el hambre la hizo reaccionar. A juzgar por su estado físico llevaba días sin comer; estaba desnutrida. Intentarla cargar para que recibiera atención veterinaria de urgencia era complicado. En los ojos de ella se reflejaba el sufrimiento enmascarado de la muerte, una muerte que era segura en un par de horas próximas, si no se actuaba de inmediato. 

La perrita estaba asustada y agresiva. Verónica y su esposo lograron sacarla debajo de un tráiler viejo y la colocaron dentro de un bolso. Estaba muy caliente, tenía fiebre y el rostro apagado. Verónica rentó un taxi; el destino era la clínica Carlos III, en Centro Habana. 

Operación

Cuba carece de clínicas veterinarias, de recursos y de personal especializado. Gran parte de los médicos veterinarios trabajan en el sector privado, lo que para otros se traduce como ilegal. A veces en la balanza pesa más lo mercantil que salvar vidas y la clínica Carlos III no es la excepción.  

El cuadro de la perrita era de urgencia: abundante sangrado vaginal y fiebre. Al llegar a dicha instalación, el médico de guardia le dijo, de manera grosera, a la protectora que debía esperar. Para él, el caso no era una urgencia. A esa hora, 10 pm, las probabilidades de que un veterinario la atendiera era mínima; afortunadamente hubo una oportunidad. Daidy había contactado con Yuri, el veterinario de sus mascotas, y este se dispuso a pesar de la hora. Ya para ese momento no eran solo Verónica y su esposo. Se sumaron más animalistas: Laurent y Nana de BAC. Los 4 iban rumbo a la operación de la rescatada. 

Útero perforado, hemorragia interna (sangramiento vaginal, sangramiento en cavidad), operación con anestesia mínima por las malas condiciones físicas en las que se encontraba; histerectomía total… fue el diagnóstico del veterinario Yuri. Inicialmente se le bajó la fiebre, se le puso un suero, pues estaba deshidratada, y medicamentos para la coagulación. El doctor no podía creer que era un caso de violación, no entendía cómo existía alguien capaz de hacer algo así. 

¿Era o no era una urgencia? 

Refugio

La protectora Aymara Zorrilla la acogió en su refugio en La Habana Vieja, llamado Refugio Esperanza Animal, la misma madrugada en que la operaron. Al otro día la expresión de los ojos de la peluda era distinta: tenía luz. La perrita fue evaluada nuevamente por otra veterinaria. Ya en la noche, llegaron dos interrogantes vía WhatsApp al grupo BAC-Habana: “¿Puedo adoptarla?”, “¿Puedo nombrarla Esperanza?”;el emisor era Javier Larrea. 

Adopción

Desde que tuvo conocimiento del caso, Javier movilizó a través de las plataformas digitales a BAC-Habana. “Era prioridad, son casos que llegan al corazón y más si son de zoofilia, que es un maltrato animal bastante recurrente en el último tiempo en nuestra sociedad”,argumentó. 

La red dispuso de todos sus fondos monetarios y activó a muchas personas, no solo nacional sino también internacionalmente. Había un impedimento: Larrea vive en la central provincia de Villa Clara; había una solución: el amor. Unos cuantos kilómetros de distancia no era barrera para que Javier se trasladara hacia La Habana en busca de su adoptada. 

Colaboradores santaclareños brindaron un transportador amplio con todas las comodidades y medicinas para la protegida. Una amiga de Javier donó dinero para el taxi interprovincial, y el taxista cobró menos al enterarse de lo que le había ocurrido a la perrita. Cuando llegaron a Santa Clara, fueron recibidos con carteles de bienvenida y todos estaban emocionados porque una vida se había salvado de tanto horror. 

“Hoy Esperanza tiene un rostro diferente; es la esperanza de que vamos a lograr una ley de protección animal en Cuba, es la esperanza de que el maltrato animal un día va a llegar a su fin en este país, que no van a existir más casos de zoofilia y, si existieran, van a ser castigados y reprimidos como debe ser, por la existencia de una norma legal bien contundente para este tipo de acto. Y Esperanza se ha convertido en esa esperanza, en un símbolo de nuestra lucha”, expresó el padre adoptivo de Esperanza

Es de día. Camina en la luz. Todos la consienten… ladra, tiene fuerzas. Salta, salta mucho. Su cuerpo ya luce gordito, mueve la cola, da pasos firmes. La mirada irradia confianza y felicidad como un amanecer. Él la sube al sofá y ambos duermen juntos, cual padre e hija son. Sin duda, es una historia de “vivieron felices para siempre”; sin duda, su nombre debía ser Esperanza.

3 respuestas a “Esperanza

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  1. No sé qué puede pasar por la cabeza de un humano que le lleve a estas barbaridades. Lo que si se es que debe ser juzgado severamente todo el que haga estos actos!!!!

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  2. Leí la historia muy triste pero por suerte un final feliz. Gracias a todas las personas, al veterinario que hicieron posible que se salvara. A Javier por quedarte con ella y lograr su recuperación con cariño y cuidado. Espero que ahora con el decreto ley no ocurran más actos crueles con ningún animal. Mis saludos para todos, soy una más que amo y acaricio a los animales.

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  3. Esperanza eres la perrita más linda y cariñosa que existe. Un abrazo fuerte desde la distancia. Gracias a todos , al veterinario que salvó su vida. A Javier por acogerla en sus brazos. Saludos para todos.

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